Enviados al Servicio del Pueblo de Dios

El pasado domingo 05 de marzo, en un ambiente de recogimiento y alegría durante la celebración de la oración de laudes, los seminaristas Milton Fuentes, Francisco Mendez, Joaquín Ochagavía y Gonzalo Saldías recibieron la bendición de parte de nuestro rector, el padre Fernando Valdivieso, quien a nombre de la Iglesia los envió al servicio de sus respectivas parroquias para realizar su año pastoral. 

En el caso de Milton, su envío fue a la parroquia Santo Tomás Apóstol de La Pintana; Por su parte, Joaquín lo fue a la parroquia San Alberto de Sicilia en la comuna de Recoleta; Francisco, a la parroquia Inmaculada Concepción de Pichilemu; finalmente, Gonzalo a la parroquia Nuestra Sra. de la Visitación en Maipú.

“El año pastoral se ubica en el último tiempo de la etapa discipular. Busca ayudar a la mayor madurez del seminarista “mediante la vivencia de sus ideales y de su vocación en una situación concreta” (Disposiciones fundamentales, 273 ss). Esto significa que, en el año pastoral, los ideales y sueños del que se dirige hacia el ministerio sacerdotal van confrontándose con la realidad y le permiten ir consolidando su respuesta al Señor.

Por ello es un instrumento muy importante en la formación. Que se une a otras actividades de preparación pastoral”, explicó el padre Rodrigo Cordero, formador de la etapa configuradora de nuestro Seminario, al ser consultado por las implicancias del año pastoral en la formación sacerdotal.

Durante la oración de laudes, el padre Fernando instó a los seminaristas del año pastoral a conservar en su corazón la alegría de la novedad de la buena noticia de Cristo, a sentirse enviados por la Iglesia en este servicio pastoral y a seguir creciendo en la caridad pastoral junto a sus comunidades parroquiales. 

“Creo que el año pastoral me ayudará a fortalecer el llamado que el Señor me ha hecho, avivando en mí el fuego de la evangelización y de la caridad hacia el Pueblo de Dios. Será una oportunidad para conocer cómo transcurre la vida cotidiana en una fraternidad de sacerdotes, y también para aprender del párroco y de la comunidad a la que sirve. Espero que mi fe crezca al conocer el testimonio de tantos hermanos que glorifican al Señor con sus vidas, y que la realidad de la vida sacerdotal me ayude a purificar mis expectativas aumentando mi confianza en la misericordia y el poder de Dios”, señaló Milton Fuentes, respecto a los aportes que el año pastoral puede tener dentro su formación como futuro presbítero de la Iglesia. 

Junto con la alegría de compartir este nuevo paso de estos hermanos seminaristas, nos unimos en oración por ellos, para que este tiempo sea de mucha gracia y crecimiento en caridad pastoral, a imagen de Cristo Buen Pastor y en vista de los nuevos desafíos que el ministerio presbiteral demanda actualmente.